Serena inmensidad de piel absorben mis pupilas 
alumbra una media luz en la tarde temprana 
Curvatura perfecta de armónicas posturas 
incitan a mis titilantes párpados 
Honda 
brilla la retina que percibe y aloja imágenes 
Una y otra vez la memoria infinita 
acumula historia 
Vuelo de notas encadenadas 
eleva una melodía de Grieg desde el vibrante piano 
Yo etérea y liviana transito entre sueños 
ese amado universo sonoro 
Nace un sosiego de ansiedades 
hay calma en el alma inquieta 
y mensajes sin palabras dormidas 
Hay aroma a incienso y lavanda 
transita el ángel del deseo sin mostrar alas 
Solo la caricia del aleteo roza la piel 
y en el desliz cósmico de nuestro mundo 
en cada acorde 
habita tu
nombre
Stella Maris Zamora
 
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